22 de abril
Lluvia de estrellas: las Liríades


Las lluvias de estrellas, verdaderas irrupciones de influencia cósmica por fuera de la rueda astral, complejas e inabarcables, difíciles de sondear, ya que,  cuando deciden precipitarse desde sus casas astrales a nuestros aposentos, lo cambian todo más allá de la influencia astral prevista.
El 22 de abril al atardecer y cerca de la luna, nos visitaran Las Liríades (que están en relación a la constelación de la Lira).
Según Marcus Manilius poeta y astrólogo del siglo primero de nuestra era, 
“de ella [la Lira] procederán cualidades relacionadas con la voz, cuerdas sonoras, flautas de diversas formas con sonido melodioso y todo lo que habla por medio de las manos y es movido por el soplo... en medio de las preocupaciones entonará algún canto secreto modulando la voz.... para agradar a sus oídos... siguiendo los dictados de la Lira que dirigirá sus puntas hacia los astros cuando surja el grado (número del grado) de la Balanza.”

La constelación de la Lira tiene como estrella Alfa (la de mayor luminosidad) a Vega que posee una Magnitud: 0.03 (respecto a nuestro astro rey), Longitud: 1950  y su posición oscila entre los 14º36' y los 15°19’ de Capricornio y la naturaleza de su influencia es: Venusino - Neptuniana con un ligero toque Mercurial. Su piedra la amatista.

Vega: en árabe es "El Águila que cae". Es la estrella más clara del Hemisferio Norte. Entre los babilonios se la llamaba "La estrella dueña de la vida". En buena posición cósmica da talentos artísticos, también inclinación al bienestar, a la comodidad, lo que en naturalezas artísticas excéntricas lleva a menudo a desvíos. En conjunción con Júpiter y Venus parece indicar el camino a la riqueza y a los honores. Cuando otras influencias se mezclan puede arruinarse la buena suerte. 

Es la inclinación por la buena vida, sin embargo, a menudo se hunden en el libertinaje y la pérdida de energía cuando está afligido. Se da la beneficencia, la idealidad, la esperanza, el refinamiento y la variabilidad, y hace que sus nativos sean graves y sobrios, hacia el exterior, por lo general, los torna pretenciosos y lascivas.

En el Horizonte y en el Meridiano puede ayudar a tener éxito. En hombres de estado, políticos principalmente, personas influyentes con relaciones internacionales y artistas conocidos se encuentra Vega en aspectos que corresponden a esto. En aspecto con la Luna o Neptuno puede dar una inclinación a lo oculto y a la mística.

Posee un brillante color zafiro pálido y fácil de observar, Plinio la llamó la estrella Arpa. Los babilonios lo llamaron “La Estrella de la Reina de la Vida” 

La lluvia de estrellas son flechas que proceden de sus respectivas constelaciones, la Liríades proceden de Lira e irrumpen trayendo Justicia, Lirismo, esperanza y misticismo pero a aquellos proclives a la vida disipada los llevará al libertinaje social y mental.

Siguiendo con Manilius

“Cuando la constelación de la Lira se precipita desde el cielo, surgen investigadores de crímenes y castigadores de acusados, quienes pondrán al descubierto los delitos buscando las pruebas, y llevarán a la luz lo que se oculta en el silencio del engaño. También surgen el inmisericorde torturador y el verdugo, así como todos los que favorecen la verdad, los que odian el delito...”.

El Gran Maestre del Sur del Mundo, ha enseñado que esas “estrellas fugaces” no son lo que la ciencia racional piensa. En su libro “El Ánima Mundi del Cristo Total”, nos enseña que este desplazamiento implica un cambio estratégico en las energías cósmicas, que cambia el diseño de luces del cielo mismo y que por ello, el destino no puede ser leído como algo lineal.

Todo esto nos lleva a interpretar este maravilloso y terrible fenómeno desde otra óptica, más relacionada a la ciencia oculta que a la astrología de tabloide.
No será una lluvia que genere una crisis, sino un corte. 
Esta lluvia es una verdadera acometida a nuestra cotidianeidad. Es un Tropismo cósmico que escapa a lo esperado o previsible, es la más pura invasión del cosmos al orden esperado. Dejemos sorprendernos por esta lluvia de justicia que disipará la neblina de la ilusión del bienestar. Recordemos: “Siempre inocentes pero siempre atentos”.

Gabo Abad. Astrólogo y Futurista