La Témpora, el solsticio y el eje nodal


Queridos lectores, hoy quería escribir sobre este instante astral donde el cosmos define el devenir del próximo trimestre, ese al que llamamos Solsticio y los iniciados llaman Témpora. Estos momentos operan como bisagras entre las realidades formándose verdaderos “umbrales”. 
Un umbral es un punto de inflexión, un instante donde no es la realidad de la que se parte, ni la realidad que se manifiesta, es un punto de anulación y de potenciación al mismo tiempo. De hecho Solsticio significa literalmente “Sol quieto” del latín “Solstitium” (Sol sistere), esta quietud, que la Ciencia inquisitoria llama “aparente”, es una detención espacio-temporal en que el astro Sol detiene su andar para situarse fuera del plano físico y anclarse entre realidades.
Los antiguos fenicios fueron los primeros en escribir y detallar este fenómeno, mas no fueron los primeros en conocerlo ya que se sabía desde antiguo por revelación dentro de la tradición oral. Este fenómeno mistérico y profundamente esotérico llega a nosotros como vago recuerdo de una verdad plena y grandiosa. Hoy en día sólo los iniciados pueden darle operatividad a este saber milenario. En la Argentina, me he enterado recientemente, que la Escuela Mística-Astrológica del Padre de los Cielos desarrolla estas cuestiones con sus discípulos.
Debo confesarles que mi resistencia a hablar de la coyuntura es grande pero no  puedo más que entregarme al entramado cósmico del tejido celeste que se impone.



Los tiempos y la esfera celeste

El solsticio se dará a las 15:54 hs GMT (o sea 12:54 hs de la Argentina) el día 21 de Junio. La noche más larga, la mayor oscuridad a la espera del nuevo Sol que crecerá desde Cáncer hasta plenificarse en Capricornio.
En este momento el Sol se detiene para renacer con un nuevo fuego, una nueva luz, un nuevo sentido. Los pueblos antiguos lo celebraron en las festividades de: Inti Raymi (del pueblo Inca), el We Tripantu (del pueblo Mapuche), el Willkakuti (el año nuevo amazónico-andino, Aymara), entre otros.


El tejido cósmico

El solsticio de invierno en el hemisferio sur y el de verano en el norte siempre comienzan con el signo de Cáncer, la mayor oscuridad solar está íntimamente unida a la lunaridad canceriana.
La Casa X (10) la casa cuyo inicio coincide con el Medio Cielo. El Medio Cielo es el punto más alto de la Carta, es la confluencia aparente de todos los recorridos celestes, es el horizonte, la meta final y por sobre todo la concreción de todo proceso. ¿Qué nos impediría pensar en una gran oscuridad?
Las criaturas cancerianas son laterales, polares, dobles, se manejan en meridianos y son incapaces por naturaleza de ir de frente o hacia atrás, tal así como nos muestra su criatura totémica “el cangrejo”.
Decíamos en el breviario 2019 para Cáncer “Los cancerianos deberán bajar sus pinzas y doblegarse frente al superior para lograr ser reconocidos y valorados en sus capacidades y virtudes. Sin embargo los cangrejos quieren ser vistos y por ello dejarán sus afectos para ponerse al servicio de la eficiencia. Esta actitud será un poco artificial y muy visible por el entorno.”

Esta energía estará muy presente hasta que la primavera irrumpa con un reverdecer de las energías primordiales pero eso será un tema  por venir.

Todos los signos según sus particularidades querrán ser vistos, tenidos en cuenta y reconocidos. Época lunática en el que el sentimiento de frustración será arrollador sin embargo algo de la energía saturnal de la Casa X (10) se filtrará en la neurosis onírica de Cáncer y habrá algo de orden. Orden en el sentido de ese que se ejerce desde el afuera, será muy difícil ordenar el interior.


  ¿Qué es un eje Nodal?

Es un eje formado por los Nodos Lunares (Sur-Norte) que no son planetas, sino puntos cósmicos en relación a una carta astral. Estos puntos se generan por la intersección de la órbita de la Luna con la eclíptica de la Tierra alrededor del Sol. Los nodos están emparejados en signos opuestos, y son el Nodo Norte o ascendente, el destino que se despliega, representa un nuevo aprendizaje y la base del futuro, y el Nodo Sur o declinante que es el pasado propio y el heredado. Para cierta astrología es reflejo de lo “kármico”, el patrón repetitivo de las lecciones de la edad y el pasado. En cuanto a esto último, lo “kármico”,  una visión que no es reflejo de la tradición.





Rahu (Nodo Norte), Izq, Ketu (Nodo Sur) Der. Imágenes tradicionales Hindúes tomadas del Panteón tradicional principal






Los Aspectos

La mente en el Nodo Norte en Cáncer en casa X (10) en conjunción con Mercurio y Marte

Cáncer potencia el mundo mental, satura el pensamiento y los deseos. En casa X (10) dice que nuestras metas están en el plano del ideario. Si estas metas no se cumplen sobreviene la frustración existencial. Lo emocional no resuelto del pasado vuelve a sumarse al reinado de lo mental.
Dada la conjunción del nodo norte con Mercurio y Marte la tendencia a decir sin empatía por el otro será como una flecha envenenada, dañina y destructiva. La materna Luna se verá atacada por esta energía.

El sustento ordenador del Nodo Sur en Capricornio en casa IV (4) en conjunción con Saturno y Plutón.

Capricornio ordena desde el exterior, busca marcar un tiempo nuevo, movilizar lo anquilosado y destruir lo arrumbado.
Saturno y Plutón otorgarán fuerza ordenadora a la autoridad competente frente a los embates neuróticos. Traerán al consciente y manifestarán al ojo público las manipulaciones hechas en las sombras.



Una coyuntura compleja

Año Lunar donde lo materno se ve cuestionado. Lo maternal no gozará de buena prensa en esta época, los ataques de un mal Marte en conjunción con Mercurio traen rebelión desde el decir. El atrevido cuestionamiento de la autoridad, en la sombra.
El interior se desboca mientras que el exterior quiere ser reconocido por sus potencias, reales o imaginarias.
El tironeo de los nodos, cada uno con sus stelliums, logra una polaridad difícil de resolver.
El “quiero ser reconocido” entra en batalla con “quiero hacer”. Esta batalla genera un estado de ansiedad permanente que anticipa el desborde. Anticipa lo no realizado, realiza en el plano mental como si fuera material y anula toda potencia creadora, ya que su enemiga, la ansiedad, domina el tablero.
Conjuntamente Plutón y Capricornio traen a la vista magisterial de la autoridad lo que es falso, las actitudes impuestas y las psicopatías. Ordenarán los tiempos en una realidad convulsionada llena de rumores.


Conclusión

Es un tiempo para hacer sin padecer. No preocuparse por ser tenidos en cuenta. Hay un ojo invisible que vela por todos. Pasen desapercibidos en el hacer e intenten que el mundo rumiante del psiquismo no los enliste en sus filas.
Estaremos tentados a explorar los mundos del ego para hacer frente a la sombra del olvido pero el alma clamará, en sintonía con el Cosmos, ser parte de ese “eterno” que se vislumbra en el horizonte del verdadero ser. 
Aquí nuestro gran aliado y verdugo será el padre tiempo, el mismísimo Cronos (Saturno), que nos enseña desde el implacable Capricornio a mantenernos firmes en el camino a pesar del trabajo y el empeño que requiera el camino que seguimos. Ver en perspectiva y hacer en frío.

Sigamos nuestro camino sin distracción, ya que las luces del cosmos guían, pero no olvidemos las señales de peligro que los astros nos revelan, para así poder sobrevivir a la travesía por venir.



Gabo Abad. Astrólogo y Futurista