Eclipse anular de sol
26 de febrero del 2017

Camino al equinoccio 

La luna se casó con el sol
y dio a luz un niño
que el cielo llevó …”
Fragmento de “Unidad” –
+MEM om – Cancionero Mariavita




“Eclipsados ante la alianza cósmica del sol y la luna nos preparamos para el equinoccio por venir” esto lo escribíamos en septiembre del 2016.

Domingo a la mañana de eclipse, el anillo de fuego. 

No iba a escribir sobre esta maravilla, pero al ver que se ha copiado mi artículo sobre las lunas de sangre me decidí a decir algunas cosas sobre este fenómeno. Con algunos cambios (y sin citar la fuente) se ha plagiado y reeditado mi artículo de las lunas de sangre para cubrir las tibias expectativas de algún émulo de astrólogo que sólo sabe tramar sobre ideas ajenas, ideas aplicadas al anillo de fuego que ostenta un potencial y una polaridad muy distinta.

Este eclipse establece el principio de un nuevo ciclo, viene a preparar el punto de equilibrio entre la luz y la oscuridad, que se dará en el próximo equinoccio. Es la promesa de que la Luz no será engullida por la oscuridad, que su dominio no será pleno y de que pronto volverá.


La rueda celeste
El Nodo lunar norte en Virgo y el Nodo lunar sur en Piscis funcionan como faros. Nos muestran que el camino del servicio, o la ayuda a quien más lo necesite y requiera de ese auxilio, será nuestro eje de acción en nuestro peregrinaje hacia el equinoccio.

La nublazón de un mundo cada vez más artificial requiere poder distinguir entre lo que merece ser conservado y cuidado y lo que no.
El reto consiste en aplicar la emotividad y ternura piscianas al aprendizaje vivido a través de los canales de servicio de Virgo que ha anidado en hermano Sol.

Los maridajes planetarios, verdaderas conjunciones solares son con: la Luna, Neptuno y Mercurio que nos otorgan el poder de una tríada viabilizante. La luna mira al pasado, Neptuno usa esa memoria y trae de las profundidades la conciencia que mercurio moviliza con rapidez. Esa conciencia que es más una intuición reveladora que separa lo falso de lo verdadero. Dicho en otras palabras discernimiento en estado puro.

Esta unión solar permitirá distinguir lo verdadero de nuestra cotidianeidad de lo que no lo es.

Virginalidad y servicio
Un eclipse solar sobre una nueva lunación potencia el efecto de esa lunación, en este caso es una luna nueva en virgo. Virgo es el signo del servicio, servicio que a veces se pone a disposición de un bien superior donde todo cobra sentido y se plenifica. No es casual que la Madre Primigenia naciera bajo esta constelación. 

Un mal virgo, declinante y envejecido se pone al servicio del propio ego o del ego de un igual. Ego de por medio, se pierden los más elevados fines de virgo, se manifiesta la traición a la verdad íntima del ser y de su devenir superador.

Esta luna manifiesta en cada ser a quién servimos, o a qué nos hemos puesto a servir. Innegable la verdad, nos arrasa y doblega. Se manifiesta el entendimiento en el estado más puro. Cuanto mayor sea nuestra fuerza de negación más fuertemente nos arrollará. 

Siendo que el sabio Quirón, auxiliar médico de Júpiter, está en piscis y en conjunción al Sol, esta energía dará las fuerzas necesarias para seguir. Salud del alma que sólo busca la común-unión.

Expansión y Amor

Época en que intentaremos tomar el control de todo lo que se encuentre a nuestra mano, pero sólo seremos capaces de navegar en estas aguas sinuosas dejándonos llevar por aquel superior en quien hemos puesto nuestra esperanza y confianza. Pero si conduce el ego naufragaremos ineludiblemente.

Los astros nos proponen una alianza solar con nuestro servidor interno que jamás deberá ser pervertida o confundida con el servilismo, ya que en esta alianza radica toda libertad.

Amor y servicio, el fin de la soledad, un cuerpo fundiéndose en el éxtasis divino del devenir cósmico del ser antes del ser y el mundo al acecho, intentando banalizarlo todo.
             
Virgo canta bellamente el susurro de los ruiseñores celestiales frente ante el altar solar del Creador. Los iniciados comprenderán, mientras el resto no podrá negar lo que siente.

No hay lugar para egos, no hay lugar para oscuridades, no hay sombras, sólo la melodiosa voz de la virginal mañana que se sume en la plenitud de su ser.
Gabo Abad. Astrólogo y Futurista.