Extracto del Breviario 
alquímico-astrológico 

Según la Escuela Mística-Astrológica VMRF del Padre de los Cielos

Regente del año astrológico: Venus (20 de marzo 2017 al 20 de marzo del 2018)


Signo: Aries (22 de marzo al 21 de abril)

Reseña místico-zodiacal
Elemento regente: el fuego joven – Criatura: la chispa
Planeta regente: marte – en el aspecto: guardián y guerrero
Cualidad: Cardinal
Polaridad: masculina (Yang)
Casa regente natural: Casa I
Casa regente del año: Casa XII
La piedra: la amatista en sus tonos más claros (en lo posible con raíz de cuarzo y óxido de hierro)
El metal: hierro
El color: rojo


Elementario para el 2017: 
Tierra: 25 %
Agua: 0 %
Fuego: 70 %
Aire: 5 %

Energía para el año: predominantemente Yang (masculina), ausencia de cuadrante n°2, casi nula la actividad en el cuarto cuadrante y se observa una gran actividad en los restantes cuadrantes.


Predicción astrológica anual:

Los arianos intentarán conquistar la casa XII (12) la casa del omega, del fin, de la realización y del destino. Ellos que son un principio, un alfa, un inicio constante, deberán conquistar los sucesivos omegas que han dejado en su camino. Siendo grandes artífices de lo nuevo, rara vez llegan a terminar algo de lo que han iniciado ya que la adrenalina de esos inicios no es extensiva a los finales. Definitivamente no son criaturas de la conclusión.

El Sol se halla en una posición incómoda ascendiendo hacia el fin, requiriendo concreción y conclusión. Época de cerrar etapas y en especial heridas o traumas del pasado.

La convicción autoafirmante de los arianos se contrapone a la disolución del Ego que plantea la Casa XII, la naturaleza típica del signo se ve motivada por el  servicio que impone en este ciclo, el ver al otro. 

El ariano sale de una época racional, pragmática e hiper-operativa para sumergirse en el misticismo envolvente de la Casa XII, que es la que anuncia la resurrección y la vida nueva. No se anula su naturaleza, pero sí se amplía. Es la casa que integra los opuestos, manifiesta el inconsciente y expone los tabúes.

Aries tiene una cierta tendencia a menospreciar los logros y potencias en general, proyectando en ello una cierta frustración existencial, desdén y mucha autoexigencia. Ese lugar lacera su verdadera naturaleza, la guerrera; ese ir hacia adelante a paso marcial, constante y siempre majestuoso. Esta actitud suele estar en relación a una imagen degradada del propio ser frente al mundo, pero no en lo interno, sustenta una actitud autoimpuesta de afirmación, para que su psiquismo pueda resistir el exterior que se le impone.

Gente capaz de enfrentarse a todo, menos a su psiquismo, que es su archienemigo y némesis. Grandes soldados, grandes defensores y aún más fieles guardianes de lo que ellos consideran sagrado o importante.

   
Tránsitos: 


La Refección cósmica: Los arianos requieren de flexibilidad y adaptabilidad para llegar a concretar.

Esta casa requerirá buena parte de su tiempo a solas, ya que durante este año desarrollará una receptividad amplificada a lo que emanan otros,  continuamente absorberán las influencias del medio y de sus interlocutores. 
Los períodos de retiro y retraimiento ayudarán a deshacerse de lo que se ha “captado” y así recuperar el sentimiento de lo propio. Un tiempo de crisis y de aislamiento precederá a un despertar iluminador. Tiempo de purificación.

La Casa en que se habita y el lugar de trabajo: el claustro natural de este signo según la arquitectura sagrada es la unión del castro de la fortuna y del uno trascendente (sol-marte), el castro del año es la zona del amor unido al de los hijos y la creatividad (venus-luna). El castro para desarrollar especialmente en este año y reforzarlo será el de creatividad e hijos.

Lo trascendente: este extracto no tiene por función expresar los medios de superación de los aspectos negativos de este periodo, ni la amplificación de los positivos. Para aquellos que tengan maestro espiritual encontrarán en él los medios y técnicas para superar esta fase. Me refiero al Rabí del Sur del mundo.
Gabo Abad . Astrólogo y Futurista.