19 de junio de 2016 
La Témpora y la gran cruz cósmica


Hemos visto, con el correr de la historia, momentos únicos y trascendentes en lo referente a nuestra materia: “Los Astros”. Esos momentos operan como bisagras entre las realidades formándose verdaderos “umbrales”. 
Un umbral es un punto de inflexión, un instante donde no es la realidad de la que se parte, ni la realidad que se manifiesta, es un punto de anulación y de potenciación al mismo tiempo.
Uno de esos umbrales es: “La gran cruz cósmica”, criatura extraña y atípica que se manifiesta en los Cielos cuando se da una doble oposición de planetas que forman entre cada uno de ellos cuadraturas (cuadraturas encadenadas) generando así, una doble oposición cruzada.







No voy a entrar en la interpretación y explicación de los armónicos que genera esta figura ni de las cualidades que le otorgan los planetas que la componen, pero sí detallaremos su acción e influencias.
La cruz cósmica posee la cualidad de anclar en signos que poseen un misma naturaleza o modalidad (fijos, cardinales o mutables), en este caso anida en los mutables. 
Los signos mutables poseen dos caracteres distintivos contrapuestos (polaridad interna), a veces equilibrados, a veces no. Esta polaridad es propia y característica de cada signo. La puerta que abren estos signos está imbuida de esa energía, es una puerta-umbral polarizante, distintiva, expansiva y catártica. 
Es la puerta de la separación de las aguas, del cruce del mar rojo, del cruce de caminos, de las encrucijadas. Es una puerta disociativa; lo que parece unido pero es sólo apariencia, lo separa. 
No tiene poder sobre lo que está integrado a partir de la superación de los opuestos que lo componen, pero diluye la ilusión y manifiesta la separación de aquello que no está unido. 
Este portal exorciza lo ilusorio pero sumerge al alma en la multiplicidad de lo creado. 


La Cruz Cósmica en signos Mutables 
(Sagitario–Virgo–Géminis–Piscis)

Al cruzar este umbral sentiremos: nerviosismo, inquietud y ansiedad, aunque también aumentará la percepción y la energía mental. Todo será eléctrico.
El peligro de esta época es el la multiplicidad, una gama inagotable de opciones nos llevarán a diluirnos es ese mundillo sensorial con gran versatilidad, curiosidad y amplia gama de intereses, que superará al individuo, ya que no los podrá controlar o contener con éxito. 
Los jóvenes que aún se hallan presos de sus hormonas serán proclives a compartir su intimidad en las formaciones amatorias más diversas y desprejuiciadas. A los que, los años platearon sus sienes, deberán cuidar lo que han sabido atesorar y no dejarse perder en la tentadora sensualidad de las veleidosas sirenas o los esculturales adonis que los querrán atrapar en una tan excitante como fugaz noche. Si, mis queridos lectores será época de infidelidad, ya sea de sentimientos, de pareja, de ideales, creencias, instituciones, etc. Los no sean tan jóvenes ni tan canosos, oscilaran entre estas dos situaciones dejando entrever su lujuria a flor de piel.
El ser se dispersará fácilmente y se producirán indecisiones, falta de concentración, pérdida de memoria y exceso de adaptabilidad. Se tenderá a ceder ante las presiones externas, en vez de resistir o aceptar el desafío.
Las dos oposiciones cruzadas (que presenta la figura) producen oscilaciones, vacilaciones, inseguridad e inestabilidad en las relaciones inter-personales y las tensiones internas de cada individuo, además de una cierta dosis de desconfianza.
Los que resistan esta polarización e inmersión caótica del mundo lograrán conseguir un grado de conciencia y percepción más refinado y objetivo del sí mismo.
Hay enfermedades que se manifestarán o potenciarán, según el caso, en relación al sistema respiratorio y nervioso. Serán manifestaciones agudas en relación a esa energía eléctrica no encausada. Especialmente deberán cuidarse las personas que sufran de ataque de pánico, los epilépticos, los enfisematosos y los que sufran cualquier forma de EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica).


Las exclusiones

Este portal no tendrá poder sobre el trabajo creativo, en particular eliminará las tensiones y frustraciones  en el campo de la literatura, enseñanza y comunicación. Época ideal para realizar exposiciones de arte, instalaciones, muestras y conciertos.
Las personas que ejerciten la meditación, el yoga, la oración o cualquier Ciencia Sagrada verán menguada la acción de esta configuración cósmica.
Como ya dijimos más arriba, esta puerta no disolverá lo que se ha unido por superación de los opuestos, ya sea que dicha unión se realizase espontáneamente o por medios alquímicos.


La Témpora, La Cruz y el lacre cósmico 

La mayor oscuridad llegará al hemisferio sur de la mano del solsticio de invierno, en particular para América del sur será el 20 de junio del 2016 a las 19:34 hs (aproximadamente, Hora oficial de la Argentina) y 22:34 hs UTC (tiempo universal coordinado).
El solsticio potenciará todo evento cósmico en particular a la Cruz cósmica pero no estará sólo, se manifestará también el llamado “Lacre cósmico”, una figura muy negativa y compleja que se superpondrá a la Cruz cósmica.







Estas figuras aparecerán antes del solsticio y permanecerán después, pero en la conjunción con el mismo solsticio hallarán su punto máximo de acción.
Para el solsticio del año pasado escribí lo siguiente: “Me siento tentado una vez más en recorrer el camino cientificista del astrólogo “contemporáneo”, pero para mí salvación se impone esta maravillosa peculiaridad de cuya atípica belleza, poco se dice y se ha dicho.”, sentimiento que se repite, debe ser un Deja vú de la época astrológica, pero lo que fue maravilla en ese momento, ya que hablaba del Yod, hoy se torna en preocupación y algo de sabio temor.
El Lacre cósmico cierra, clausura, sella pero de manera abrupta, sin mediar entendimiento, lógica o explicación. Este emplazamiento en una carta astral anuncia desastres y accidentes. Todos los que nazcan bajo su energía vivirán con temor y pánico a que algo les ocurra.
EL Lacre anuncia el fin de algo de manera abrupta, el cese de una situación y la anulación de una forma de vida.


Los signos contrapuestos unidos

El Lacre sella y la Cruz abre, este torbellino desgajará al ser para probar de qué está hecho y pondrá a prueba a cada una de sus fibras más íntimas. La Rueda astral nos muestra esta superposición y los planetas que la componen.




Conclusión

Es un tiempo para no dejarnos seducir por lo voluptuoso del momento y la multiplicidad tentadora del caprichoso querer. Lo divertido del instante pesará por mucho tiempo, será un lastre del que difícilmente nos desharemos y lo logrado con paciencia y tesón se podrá malograr en un instante. La diversión del momento nos mantendrá entretenidos viviendo una pseudo-felicidad anclada en la ilusoria fantasía del momento, distrayéndonos del verdadero goce eterno. 
Estaremos tentados a explorar los mundos más bajos en busca de algo que llene el vacío existencial pero el alma necesitará abrevar en otra fuente calmando su sed en lo eterno, ese mismo eterno que vislumbra en el horizonte del verdadero ser. 
Aquí nuestro gran aliado y verdugo será el padre tiempo, el mismísimo Cronos (Saturno), que nos enseña desde el sabio Sagitario a mantenernos firmes en el camino a pesar de las pasajeras distracciones pues lo verdadero se manifiesta en el tiempo del cual es amo y señor.

Sigamos nuestro camino sin distracción, ya que las luces del cosmos guían, pero no olvidemos las señales de peligro que los astros nos imponen, para así poder sobrevivir a la travesía por venir.

Gabo Abad. Astrólogo y Futurista