Eclipse anular de sol
1 de septiembre del 2016
Camino al equinoccio 


“La luna se casó con el sol
y dio a luz un niño
que el cielo llevó …”
Fragmento de “Unidad” –
+MEM o.m– Cancionero Mariavita



Eclipsados ante la alianza cósmica del sol y la luna nos preparamos para el equinoccio por venir.
Alrededor de las 6:13hs (UTC) del 1 de septiembre tendremos el inicio de un eclipse anular de sol, eclipse que se da sobre una luna nueva en Virgo.
Este eclipse establece el principio de un nuevo ciclo, viene a preparar el punto de equilibrio entre la luz y la oscuridad, que se dará en el próximo equinoccio.


La rueda celeste

El Nodo lunar norte en Virgo y el Nodo lunar sur en Piscis funcionan como faros. Nos muestran que el camino del servicio, o la ayuda a quien más lo necesite y requiera de ese auxilio, será nuestro eje de acción en nuestro peregrinaje hacia el equinoccio.
La nublazón de un mundo cada vez más artificial requiere poder distinguir entre lo que merece ser conservado y cuidado y lo que no.
El reto consiste en aplicar la emotividad y ternura piscianas al aprendizaje vivido a través de los canales de servicio de Virgo que ha anidado en hermano Sol.
Por otro lado Marte y Saturno hacen nupcias otorgando a este eclipse un gran poder constructivo y productivo, habrá eficiencia y eficacia para desarrollar las tareas. Esta conjunción cierra la “T cósmica” de la oposición del sol - luna con el profundo Neptuno aportando grandes cantidades de vitalidad y así neutralizando el gran consumo energético de esta figura. (Ver artículos anteriores sobre la “T cósmica”) 
Pero los maridajes continúan con: Venus, Júpiter y Mercurio que nos otorgan un “ménage à trois” bastante impropio de ser detallado en este blog pero cuya fuerza amatoria y expansiva no es otra cosa que una explosión de magnitudes cósmico-estelares, rutilante, imparable y de irrefrenable frenesí. No podría con palabras narrar lo que este particular stelliumgenera y propicia, debo decir que ya está actuando desde el 28 de agosto con las nupcias de Venus y Júpiter, plenificándose con el polar mercurio a partir del 30 del mismo mes. Digamos que aquellos solitarios, que desean dejar de serlo, encuentran en estos días el momento ideal para dejar la soledad pero recuerden que el vertiginoso maremágnum de libido y éxtasis teñirá a esas relaciones durante toda su existencia, ya que, una relación iniciada bajo este influjo tendrá cómo gran desafío transmutar el sexo desenfrenado, que las vio nacer, en amor trascendente. 


Virginalidad y servicio

Un eclipse solar sobre una nueva lunación potencia el efecto de esa lunación, en este caso es una luna nueva en Virgo.Virgo es el signo del servicio, servicio que a veces se pone a disposición de un bien superior donde todo cobra sentido y se plenifica. No es casual que la Madre Primigenia naciera bajo esta constelación. 
Un mal Virgo, declinante y envejecido se pone al servicio del propio ego o del ego de un igual. Ego de por medio, se pierden los más elevados fines de Virgo, se manifiesta la traición a la verdad íntima del ser y de su devenir superador.
Esta luna manifiesta en cada ser a quién servimos, o a qué nos hemos puesto a servir. Innegable la verdad, nos arrasa y doblega. Se manifiesta el entendimiento en el estado más puro. Cuanto mayor sea nuestra fuerza de negación más fuertemente nos arrollará. 
Siendo que el sabio Quirón, auxiliar médico de Júpiter, está en piscis y en oposición al Sol, esta negación (de existir) se traducirá en el cuerpo. Mientras que la plena aceptación nos traerá el suave temple de la siempre jovial vitalidad jupiteriana.


Expansión y Amor

Época en que intentaremos tomar el control de todo lo que se encuentre a nuestra mano, pero sólo seremos capaces de navegar en estas aguas sinuosas dejándonos llevar por aquel superior en quien hemos puesto nuestra esperanza y confianza. Pero si conduce el ego naufragaremos ineludiblemente.
Los astros nos proponen una alianza solar con nuestro servidor interno que jamás deberá ser pervertida o confundida con el servilismo, ya que en esta alianza radica toda libertad.
Amor y servicio, el fin de la soledad, un cuerpo fundiéndose en el éxtasis divino del devenir cósmico del ser antes del ser y el mundo al acecho, intentando banalizarlo todo.             
Virgo canta bellamente el susurro de los ruiseñores celestiales frente ante el altar solar del Creador. Los iniciados comprenderán, mientras el resto no podrá negar lo que siente.
No hay lugar para egos, no hay lugar para oscuridades, no hay sombras, sólo la melodiosa voz de la virginal mañana que se sume en la plenitud de su ser.

Gabo Abad. Astrólogo y Futurista.