Eclipse parcial de Sol 
Luna "nueva" en Virgo
12 de septiembre del 2015
Camino al equinoccio de Primavera
(Otoño para el hemisferio norte)


Cómo ya hemos dicho, los eclipses suelen ser leídos por los astrólogos como meras conjunciones, mas, hay detrás de ellos una polarización de las influencias que los pueden profundizar, modificar o anular.

Alrededor de las 19 hs del 12 de septiembre tendremos un eclipse parcial de Sol (medianoche en España), eclipse que se da sobre una luna nueva en Virgo.

Este eclipse establece el principio de un nuevo ciclo, prepara el punto de equilibrio entre la luz y la oscuridad, que se dará el 23 de septiembre a las 08:20 hs para el hemisferio sur y será potenciado por el eclipse total de Luna del 28 de septiembre.

Comencemos por el eclipse parcial de sol que se da sobre un quincuncio Sol-Urano, esta disposición astral genera un ambiente cargado de electricidad, inquietud y ansiedad. Sólo podremos ver todo lo que nos queda por hacer, todo lo pendiente, y así nos abrumamos. Hay tanto y nosotros no podemos más.

Un eclipse solar sobre una nueva lunación potencia el efecto de esa lunación, en este caso es una luna nueva en Virgo. Virgo es el signo del servicio, servicio que a veces se pone a disposición de un bien superior donde todo cobra sentido y plenitud. No es casual que la Madre Primigenia naciera bajo esta constelación. 

Un mal Virgo, declinante y envejecido se pone al servicio del propio ego o del ego de un igual. Ego de por medio, se pierden los más elevados fines de Virgo, se manifiesta la traición a la verdad íntima del ser y de su devenir superador.

Esta luna manifiesta en cada ser, a quién servimos, o a qué nos hemos puesto a servir. Innegable la verdad, nos arrasa y doblega. Se manifiesta el entendimiento en el estado más puro. Cuanto mayor sea nuestra negación más fuertemente nos arrollará. 

Siendo que el sabio Quirón, auxiliar médico de Júpiter, está en Piscis y en oposición al Sol, esta negación (de existir) se traducirá en el cuerpo. Mientras que la plena aceptación nos traerá el suave temple de la siempre jovial vitalidad de Júpiter.

Época en que intentaremos tomar el control de todo lo que se encuentre a nuestra mano, pero sólo seremos capaces de navegar en estas aguas sinuosas dejándonos llevar por aquel superior en quien hemos puesto nuestra esperanza y confianza. Pero si conduce el ego naufragaremos ineludiblemente.
Virgo canta bellamente el susurro de los ruiseñores celestiales ante el altar solar del Creador. Los iniciados comprenderán, mientras el resto no podrá negar lo que siente.
No hay lugar para egos, no hay lugar para oscuridades, no hay sombras, sólo la melodiosa voz de la virginal mañana que se sume en la plenitud de su ser.

Gabo Abad. Astrólogo y Futurista.