Tauro 2018


Mercurio
Regente año Astral 2018
(20 de marzo 2018 al 20 de marzo del 2019)




Reseña místico-zodiacal: 
Elemento regente: la tierra firme. 
Criatura: La roca.
Planeta regente: venus – en el aspecto: jovial, egocéntrico y seductor.
Cualidad: Fijo.
Polaridad: femenina (Ying).
Casa regente natural: Casa II (2)
Casa regente del año: Inicia en Casa VI (6) y continúa en casa IV (4).
La piedra: el Jacinto (en especial el de Compostela en sus tonos más rojizos, en menor grado los amarillos y marrones-rojizos).
El metal: cobre (o bronce)
El color: rosa (algunos afirman que el verde claro, pero no concuerda con la naturaleza venusina del signo)

Elementario para el 2018: 

Tierra: 43 %
Agua: 5 %
Fuego: 9 %
Aire: 43 %

Energía para el año: equilibrada ligeramente Ying (femenina), plena actividad en los cuadrantes n°2 y nº4, casi nula la actividad en cuadrante nº1 y nula en el tercero.


Haciendo historia:
La historia cuenta que Minos, a la muerte de su padre, el rey de Creta, compitió con sus hermanos por el derecho al trono. No resolviendo el conflicto pidió a los dioses que enviaran una señal que hiciera ver que él era el elegido. 

Poseidón, dios del mar, le envió entonces un toro, señal por la cual fue entronado. Pero Poseidón mandó al toro con el mensaje de que lo sacrificara como símbolo de sumisión. Minos, al ver la belleza y potencia de ese toro magnífico, decidió convertirlo en un semental de su ganadería para mejorarla y enriquecerse, sacrificó uno de sus mejores toros, y esperó que Poseidón no se diera cuenta de la sustitución. 

Había sido entronado gracias al dios y era por tanto rey por la gracia divina, obligado a servir a los intereses del pueblo, no de sí mismo. Esto encolerizó tanto al dios que animó a Afrodita para que insuflara en la reina Pasifae, esposa de Minos, una pasión irrefrenable por el toro, lo que provocó que la reina le pidiera a Dédalos, el constructor de palacio, que le construyera una hermosa vaca donde cobijarse para que el toro la poseyera. De esta unión nació un monstruo con cabeza, patas de toro y cuerpo de hombre llamado Minotauro. Este fruto de la infidelidad de la reina generó una gran vergüenza en Minos y viéndose expuesto al pueblo decidió encerrar al minotauro en una cueva laberíntica que lo ocultara a los ojos del pueblo. Con el tiempo el Minotauro se convirtió en un peligro, pero eso ya es otra historia.




Esta historia es una de las que ilustran al signo, pero la tradición de este emblema para Tauro es la característica sagrada del Toro (o la vaca). Tanto Afrodita como Zeus tomaban esta forma por su potencia sacra.
El toro celestial aparece en todas las tradiciones antiguas en relación a esta constelación

Predicción astrológica anual:
Los taurinos rigen en la casa II, su casa natural e iniciarán el 2018 en la casa VI hasta que el Sol entre en este signo el 20 de abril para afincarse finalmente en la cuarta casa. 

La Casa II (2) representa los recursos personales ya sean materiales, intelectuales, o habilidades y talentos. Recursos de los que disponemos para alcanzar las cosas que nos aportan seguridad y estabilidad.
Nos habla de nuestra escala de valores y del apego o desapego que le tenemos a nuestras posesiones, y del uso que hacemos de ellas.


La casa IV (4) es la morada de la madre primigenia, del origen, es la luna en su aspecto maternal y está construida del material de los sueños. Es la familia, su guarda y protección, es el útero cósmico (no en cuanto a la gestación sino a la criatura ya nacida). Es la herencia en cuanto a historia familiar y personal. Es el inconsciente.

La casa VI (6) expresa el día a día, la rutina, el servicio, las obligaciones,  deberes diarios y la subordinación.
También expresa el carácter de la relación entre subordinados, iguales y superiores. Esta morada está en relación directa a la salud y a la falta de ella en cuanto a lo crónico (no es su competencia lo agudo).

Las la segunda y sexta casa pertenecen al elemento tierra, la casa II posee una tierra más joven y auto-afirmativa, mientras que la casa VI posee una tierra templada por los nutrientes vitales propios de mercurio que anida en ella. Por ello tauro deberá aprender de la casa VI a transformarse partiendo de la piedra estéril, o sea su forma declinante, al humus vital que aporta un sustento propicio para que la vida se desarrolle. Para los taurinos el ciclo precedente ha sido nutritivo, han aprendido de sí y del entorno, bañados del amor del regente venus pasan a un regente más austero y complejo para ellos, Mercurio.
Los primeros meses habrá empatía de la sexta casa con Mercurio

Todo el goce que dio la sexta casa será el cimiento de la morada en la cuarta casa que los llevará a un mundo más acuoso, más mental y sobretodo menos venusino. Al amor habrá que buscarlo, atesorarlo y nutrirlo. El inconsciente tomará forma real y tangible, saldrá y se impondrá en el día a día. 

En el 2017 salieron a conocer al mundo, rodeados del encanto típico venusino, fueron amados y se dejaron amar. Tuvieron amores platónicos y amores imposibles. Pero el 2018 es ese punto donde comienza el verdadero viaje, el que va al interior profundo, el de autoconocimiento.

El punto de fortuna se ancla en Sagitario en casa 11, la fuerza de saberse protegido y amparado lo apuntalará en el año por venir. Sagitario trae una felicidad expansiva, reflexiva y gozosa. Deberán evitar los desbordes.
Marte, la Luna negra y Neptuno se alinearán trayendo la posibilidad de desbordes temperamentales porque las aguas del psiquismo, las profundas, fueron removidas bruscamente.

   
Tránsitos: 

Visitantes directos de tauro:

Posiciones Benéficas:
Mercurio: del 13 de mayo al 28 del mismo mes, traerá cambios y viajes. Renovación con movimiento.
Sol del 20 de abril al 20 de mayo, será una época de lucidez y lucimiento. 
Venus del 31 de marzo al 23 de abril del 2018. Momento de sensualidad desbordante, mucho lucimiento ante el mundo que los rodea.
Saturno en Capricornio moderará a Tauro
Urano desde Tauro mismo traerá originalidad en el obrar y el sentir. Plutón aportará lo propio a esta influencia dándole proyección a lo obrado. Y Neptuno matizará todo con una satisfacción especial.

Posiciones negativas:
Júpiter estará opuesto a tauro trayendo toda clase de propuestas engañosas, dificultades afectivas y problemas familiares. Esta influencia se neutralizará el 7 de noviembre del 2018 y continuará así por el resto del ciclo.


Especial atención: la lunación del 15 de mayo generará un ámbito propicio para discusiones y problemas familiares


La Refección cósmica: Los taurinos requieren movilizarse a su centro vital, no a su ego sino a su ser en el Ser.
No querrán viajar a su interior, se rebelarán más de una vez.

Mercurio deberá ser templado al fuego (ya que influirá mucho en este signo), pero este fuego no es abundante para nuestros amigos taurinos en este año.

Para equilibrar el elementario requerirán fuego, pero no fuego del tipo sensual sino pasional, abrasarse en los brazos ígneos del corazón trascendente, del espiritual, del amor en estado puro, del Divino Corazón. De ese tipo de fuego que da la oración.
Deberán poner fuego en sus vidas para poder concretar sus anhelos.

La Casa en que se habita y el lugar de trabajo: el claustro natural de este signo según la arquitectura sagrada es el área del amor y la pareja (pero matizada de centro), el castro del año es el mercurial: viajes y personas útiles y serviciales. Un castro dialéctico y dinamizador. El castro para desarrollar especialmente en este año y reforzarlo será el de Riquezas y prosperidad (pleno Sol), dado que sin las fuertes purificaciones de las potestades celestes se licuarán ante lo escabroso de las profundidades de su psique.

Extracto del Breviario alquímico-astrológico 
Según la Escuela Mística-Astrológica VMRF
 del Padre de los Cielos