2 de septiembre de 2020
El décimo paso
La Luna de lo ilusorio.
 



Paul Klee – La magia de los peces (1925)



La introducción

Piscis es un signo de agua, profundo, mutable, conclusivo, místico, sensible, intuitivo y muy nostálgico. Este signo engendra gente soñadora, imaginativa y de gran conciencia social que suele ser esclavizada por la necesidad ajena.

Los Cielos

La Luna llena en Piscis nos otorga una semana conclusiva en cuanto a un ciclo pero de manera ilusoria. Piscis es como su regente Júpiter pleno en sus convicciones aunque también tiene 
algo de Neptuno, el cual permanece en sus tierras hasta el año 2026.
Dijo “el Alquimista” en una homilía, iluminadísima como todas, “miren dónde se encuentra Neptuno… en Piscis, eso lo explica todo”, el gran Maestro hacía alusión al mundo, a la situación de todas las religiones, a la crisis espiritual de la época. Este ciclo, prolongará su final agónico hasta que Neptuno se mude a Aries.
Esta Luna potencia la ilusión en la que vivimos como si fuese un gran lente de aumento.
La combinación de Neptuno en Piscis con la Luna llena en el mismo signo nos lleva a una potenciación de las dudas de fe, las crisis religiosas y al desconocimiento de lo trascendente. Esta mixtura de energía se da en la Casa 9, la casa de lo espiritual y de los lazos vitales (las relaciones). A esta altura imagino que no debo aclarar más el punto.
Es una Luna compleja porque potencia la intuición mas no es visionaria ni aporta discernimiento. Cualquier mala influencia enturbia la intuición y nos lleva por caminos sinuosos y poco benévolos, mi asistente diría que nos hace “derrapar”.
Aparece una Gran Cruz cósmica (hay varios artículos nuestros sobre esta figura). Esta forma astral no trae nada bueno y si la asociamos al simbolismo de la cruz y su relación con Piscis,
menos aún. 
Ceres estará en conjunción con la Luna, toda relación con lo materno marcará las reacciones que tendremos frente a todo acontecimiento en esta semana. Todo trauma con esa fuente saldrá a la luz.

La Luna Pisciana

Es una Luna que potencia lo irreal. Gran aliada del ilusionismo imperante y fuente de descrédito de lo trascendente. Es una Luna  sirena, podríamos decir. Sí, como esa criatura de las aguas que
con su canto nos lleva a estrellarnos contra las rocas.
Es una Luna que traerá ilusiones deseables y palpables, compatibles con el humor reinante.
No es el remanso que vivimos con la Luna del centauro, más bien es un narcótico que seda los sentidos espirituales.

Conclusión

Esta semana se encarnará lo revelado por la Madre Obispo del fin del mundo: “La duerme-vela”. La condensación de lo ilusorio en el mundo material.
Todo lo que nazca o comience bajo esta luna estará regido por la ilusión y será difícil de perdurar en el tiempo. Tendremos que cuidar las relaciones, sobre todo las de pareja, los espejismos
pueden hacernos tomar decisiones erróneas. Bajo la luz de esta Luna “lo nuevo” parece más interesante que lo conocido.
La semana pasada les aconsejaba relajarnos un poco, esta Luna llama a estar más atentos que nunca y como diría la +Beata Mercedes: “¡despertad durmientes, despertad!” 


Gabo Abad. Astrólogo y Futurista.