23 de octubre de 2020
Y van 17 lunas
La luna saturnal





Escena de la Saturnalia
Fresco de origen etrusco.
La Tumba del Triclinio de Tarquinia, Viterbo. (480aC)



La introducción

Ya hemos descripto bastante a Acuario y no sobreabundaremos en nuestros anarco-hippies zodiacales. Esta luna acuariana, está en el límite entre Acuario y Capricornio. Ambos expresan las dos caras de Saturno. Hoy engendran una “Saturnalia” anticipada, ya veremos de qué se trata esta fiesta. 


“Saturnalia”

Las Saturnales estaban consagradas al dios Saturno, que había enseñado a los hombres a trabajar la tierra y se celebraban del 17 al 23 de diciembre. 
En sus más remotos orígenes, las Saturnales celebraban la finalización de los trabajos del campo, una vez concluida la siembra efectuada durante el invierno, cuando toda la familia campesina, incluidos los esclavos domésticos, tenían ya tiempo para el descanso y el ocio.

Las fiestas comenzaban con un sacrificio en el templo de Saturno; después del sacrificio seguía un banquete público al que todo el mundo estaba invitado y donde se saludaba al dios con el grito triunfal Io Saturnalia! 

Durante los días siguientes la gente se entregaba a bulliciosas diversiones, celebraba banquetes y salía a la calle a bailar y cantar con guirnaldas en el pelo, portando velas encendidas en largas procesiones. La Saturnalia era una ocasión para visitar a los amigos y parientes e intercambiar regalos.




Las Saturnales se consideraban como “fiestas de los esclavos", ya que estos eran recompensados raciones extras de comida y vino. Gozaban de tiempo libre y otros privilegios de los que no disfrutaban durante el resto del año; a menudo, incluso eran liberados de sus obligaciones y cambiaban sus tareas con las de sus dueños: el señor actuaba como esclavo, el esclavo como señor. 

Los ritos suponían una ruptura del orden social, como el banquete ofrecido por los señores a los esclavos, el intercambio de regalos, o la institución del rey de las Saturnales, o del orden jurídico, como los juegos de dados, el beber hasta emborracharse, el que los esclavos dijesen a los amos lo que quisieran o el desenfreno sexual. Las licencias festivas y trasgresoras tenían un límite temporal, al cabo del cual la situación volvía a la normalidad.

Durante las Saturnales los ciudadanos cambiaban la toga por la túnica, ropa de carácter más humilde y que les daba un aspecto social ambiguo, colocándose en la cabeza el pilleum, gorro propio de los esclavos con el que simbolizaban su “rechazo” a la jerarquía jurídica.


Los Cielos

La Luna creciente en Acuario marca una semana de creciente rebeldía teñida de capricho. Con Sol en Escorpio y dominando la onceava casa, la Luna acuariana exige fiesta, diversión y salida. Salida que en lo posible pueda ser clandestina.

Esta Luna se bañó en el estelium regente (Plutón, Saturno y Júpiter) su memoria quedó saturada de reglas y dictámenes y está al borde del desborde. Pasó por las dos tierras saturnales Capricornio y Acuario.

Marte se ve libre de los influjos de la luna negra, y se asocia al punto de fortuna y a Quirón. La Salud y las defensas crecen con el trabajo familiar y así se fortalecen los vínculos.

Mercurio se acerca al Sol clarificando la comunicación y revelando lo oculto que no se ha dicho, eso que se ocultó maliciosamente.


La Luna acuariana

El ojo sentencioso de lo paterno se expresa en una cuadratura al Sol en Escorpio con la Luna. Las altas expectativas que nos imponen nos queman interiormente. 

Esta Luna expresa esa Saturnalia, aunque la ley del propio Saturno dicte otra cosa y tendremos una cuadratura similar: entre la Luna y Mercurio en Escorpio, lo que pugnará por devolvernos a la oscuridad de nuestra cueva por quebrar la ley del gran regente. Finalmente, la cuadratura Luna-Urano nos hará ser conscientes del activismo social.

Esta Luna será potenciadora del humor social reinante y lo tornará imprevisible. 


Conclusión

La Luna creciente en Acuario nos llevará al berrinche adolescente que quiere: fiesta, diversión, bullicio y excesos.

Como ya hemos dicho, la mansedumbre no es propia de esta luna, pero tampoco lo es la tontera.

Todo en esta semana intentará quebrar el orden impuesto en pos de una diversión enloquecedora, autocomplaciente y narcisista.

Poco que decir me queda, sólo espero que la sangre no llegue al río. 


Gabo Abad. Astrólogo y Futurista.