Extracto del Breviario alquímico-astrológico
Según la Escuela Mística-Astrológica VMRF 
del Padre de los Cielos



Capricornio 2019
Hacia la cosecha




Predicción astrológica anual:
Los caprinos tienen por casa natural a la décima morada. Este año lo comenzarán en la casa VII (7) y lo concluirán en la casa IV (4).

Capricornio vivió un 2018 que fue como un ciclón y atendió múltiples frentes de tormenta. Cada vez que ha creído que todo estaba encaminado la casa VII (7) se hizo sentir generando un nuevo foco de atención.

La séptima casa es la casa de las asociaciones (casa del matrimonio, de las sociedades y de todo tipo de uniones materiales y espirituales). Asimismo es la casa de las separaciones y de las disoluciones. Casa del “Nosotros Somos” que si se niega pasa a ser la morada de ruptura.

Júpiter estará en Sagitario hasta el 2 de diciembre, lo cual los convulsionará un poco, ya que la alocada vida del centauro y su ser expansivo serán demasiado para la fase vital en la que se encuentran los capricornianos. A partir del 3 de diciembre Júpiter se muda a Capricornio para moderar tanto orden y control.

Opuesto a esto Saturno intentará imponer su poder ritual: todo será severidad y frialdad. Como siempre para nuestros nativos caprinos: nada estará a la altura requerida, todo será poco.
Época de mucha perseverancia, paciencia y austeridad.

La Luna negra parasitará al centauro Quirón en las tierras de Aries. Sus energías sumadas generarán un ámbito de profundo dolor por las acciones derivadas de lo materno. Año que requerirá de mucho trabajo con la propia sombra. De no realizarse habrá dolor y explosiones de furia.

Con la Luna en la primera Casa y desde Escorpio, los afectos y las emociones estarán a flor de piel. Experimentarán cierta polaridad en cuanto a opiniones y decisiones.

El punto de fortuna está centrado en la segunda casa y en su signo complementario, Sagitario. Sí mis lectores, más Sagitario, habrá mucho de eso este año.
Como dice la Rabí del fin del mundo, se verán contagiados de esa alegría un tanto tontuela, tendrán aluviones de felicidad que en apariencia no tendrán una fuente identificable. Su grisura natural se teñirá de un cierto candor.

   
Tránsitos: 
Mercurio: del 29 de diciembre del 2019  hasta los primeros días del 2020. Época fructífera en viajes y comercio. Triunfos en lo profesional y en las metas en las que se ha trabajado en el año.

Sol: del 22 de diciembre del 2019 al 21 de enero del 2020. Época muy auspiciosa en la que en particular deberá abstenerse de participar de disputas

Venus: del 3 al 28 de febrero del 2019 y del 25 de noviembre al 18 de diciembre. Este planeta será el ordenador de los sentimientos en este lapso y favorecerá las uniones. La conjunción con Júpiter del 21 de noviembre del corriente otorgará un gran encanto a los nativos de Capricornio.

Plutón y Saturno permanecerán todo el 2019 en Capricornio. La tensión entre estos planetas generará cierta visibilización del personaje que se adopta y que difiere del ser natural. Será una situación tensa y que alcanzará su mayor poder disruptivo hacia fines de diciembre del 2019. También se dará a principio de año, los primeros días y los últimos del mismo. Marte empeorará el cuadro sumando cierta belicosidad para con los que perciban a ese personaje como tal.
El resto del año Marte acrecentará lo sexual, pero se deberá tener especial cuidado con los desbordes ya que los sentidos relacionados al placer se hallan amplificados por Júpiter.

Neptuno desde Piscis pedirá para este ciclo que se refuerce el sistema inmunológico y nervioso. Marca un sacrificio en lo personal para el bien común, como acto de amor. En especial los días 9 y 10 de abril en plena conjunción con Venus.

Urano traerá un poco de malhumor y susceptibilidad al oasis jupiteriano, deberán intentar no anquilosarse en él. La queja constante no ayudará.


La Refección cósmica
Este ciclo tendrá un elementario equilibrado con poco fuego pero muy vivaz.
Será un año en que se deberá recapitular y documentar lo vivido, año en donde una actitud introspectiva no vendría mal.
No se preocupen por la carencia de fuego, vendrá sólo de la mano de Júpiter y del más allá.

Año de desarrollo de lo sembrado, se impone la propia limitación y la concientización de la vastedad de aquello que se ha abarcado. Es mucho todo y nada alcanza. Se necesita más pero cada vez cuesta más. 

Las piedras del año serán el ónix rojo o rojizo, la cornalina roja o naranja y para los que deseen bucear por las profundidades místicas el zafiro oscuro.

La Casa en que se habita y el lugar de trabajo: el claustro natural de este signo, según la arquitectura sagrada (revelada por El Alquimista), es el área de Saturno, el del tiempo, el del saber y el del conocimiento. El castro del año es el lunar: hijos y creatividad (aunque algo de Júpiter tiene, más y más Júpiter).
La Madre cósmica los ha dejado caminar solos, lejos del amparo de años anteriores. Sigue guiándolos pero deberán hacerse cargo de la necesidad de un otro que asista y los asista. No es época de autosuficiencia sino de trabajo grupal, por ello abrevar en el castro de mercurial de “Personas útiles y serviciales. Viajes” Potenciarlo hará que todo se pueda. 

La Divina Providencia y sus ángeles serán vuestros grandes aliados.


Gabo Abad. Astrólogo y Futurista.