Extracto del Breviario alquímico-astrológico
Según la Escuela Mística-Astrológica VMRF 
del Padre de los Cielos




Acuario 2019
Navegantes de los desconocido



Predicción astrológica anual:
Tienen por casa natural a la onceava morada, comenzarán el 2019 en casa IV (4) sólo por 20 días y pasarán el resto del año en la casa I (1).

Durante el 2017 buscaron conocerse, saber quiénes son y descubrir qué es lo que los motiva. Durante el siguiente año, el 2018 en casa IV (4) desarrollaron y fortalecieron su ego y la autoestima. El narcisismo y la vanidad fueron patrones de vida vigentes hasta el 20 de enero del 2019.

Acuario es el signo de la rebeldía, un aspecto no muy coincidente con su regente Saturno. Este Saturno es anciano, ya viviendo entre los mortales (ver acuario 2018) y buscando el bien común. No es ese regente inflexible que rige a Capricornio. Es el juvenil Ganímedes rompiendo la regla (no abundaré sobre el punto porque ya hemos escrito sobre ello).

La Casa 4 de la que parten es mamá, en un año lunar, donde lo materno y lo femenino ha sido exaltado, adquiriendo una relevancia inusitada en las vidas de los aguadores del zodíaco. Pero en esta exploración del yo, se establecerán en la primera de las casas, pero con ascendente en Capricornio.
Seguirán explorando la identidad que han descubierto y tomarán algo de esa regla saturnal que posee Capricornio para darle coherencia. Buscarán sentarse a filosofar sobre quiénes son y qué quieren, mucha teoría y poca praxis. El ascendente del año intentará sacarlos de esa teoría de salón para llevarlos a la vida real, al hacer.

Los últimos años han hecho una reconstrucción de ese “yo” antiguo. Esa escalada de fortalecimiento los ha llegado al clímax. Con la primera de las casas se establece un inicio de algo nuevo, de una nueva vida.


Habrá un stellium que los marcará todo el año, compuesto por: El sol, Mercurio, el Nodo lunar sur, Saturno y Plutón en casa XII (12). En oposición el Nodo lunar norte y la Luna, que se sitúan en Cáncer en la sexta casa.
Plutón y el Nodo sur desde Capricornio regirán el stellium.

Es un año para capitalizar lo realizado, para iniciar con fuerza aquello que han descubierto en ciclos anteriores. Los pilares vitales que los han sostenido durante su vida serán revisados para comprobar si están hechos del material que soportará esa nueva vida.
La doceava casa no permitirá que comiencen una vida nueva sin antes explorar su lado oscuro, el inconsciente y el de las propias miserias.
Podríamos desarrollar este tópico universal (el de los nodos y Plutón), ya que afecta a todos los signos, durante páginas y páginas pero no será el caso (Tal vez hagamos un especial sobre este tópico).

Júpiter en su rol de amante de Ganimedes (Acuario) exacerbará su sexualidad, que para con más, tendrá una conjunción con Venus en la propia casa XI (11), donde Acuario reina.
Será una época de mucha expresión afectiva, mucho cariño desbordado a la espera de ser retribuido. Acuario siempre espera esa retribución afectiva aunque a veces nunca llegue.
Esta aspectación también generará la necesidad de una forma de vida con ciertos lujos y comodidades que podrían entrar en conflicto con su espíritu anarco-hippie.

Que esta gran alineación de planetas tenga como contrapeso a la Luna marca una energía opuesta al año anterior donde lo materno era “lo más”. Esta aspectación se ve reforzada en este año lunar con el emplazamiento de la luna negra, la mala madre, en el propio Acuario. Año en que lo femenino materno estará en conflicto con el proceso de autoconocimiento. Entiéndase materno en sentido amplio, como generadora, como proveedora de vida, no solo como persona gestante de personas humanas. Por ello hablamos de hijos y creatividad, porque de alguna manera lo creado son hijos también.
Ahora bien, ya estoy viendo que el espíritu filosofante de Acuario para este ciclo me está arrastrando a su maremágnum así que intentaré ser más conciso.

Si son hijos acuarianos lo que haga o diga mamá estará siempre en tela de juicio, por no decir “mal”. Y si son madres (o padres deconstruídos) nada de lo que los hijos hagan será suficientemente bueno para ellos, en especial las parejas que elijan.

Este encuadre cósmico los proveerá de una fuerte energía de acción, el reinicio de una vida espiritual y un reverdecer de sus potencias místicas (sobre todo las paranormales).

No deberíamos olvidar que el ciclo 2019 de Acuario se inició con un eclipse, una Luna de sangre. Una puerta abismal. 
   
Tránsitos: 
Marte: no pasará por acuario este año pero su influencia nacerá en Aries trayendo una gran intolerancia al pensamiento ajeno hasta el 30 de enero pero signando el año. Esta influencia menguará hacia el 19 de noviembre donde entrará en escorpio y la intolerancia se teñirá de cierto desprecio.

Mercurio: del 23 de enero al 1 de marzo del 2019. Traerá bonanza económica y muchas ganas de hacer. 

Sol del 20 de enero al 19 de febrero del 2019. Ya hemos hablado de él.

Venus del 2 al 25 de marzo y 18 al 31 de diciembre del 2019 traerá una época de gran magnetismo e intimidad amorosa. Junto con una explosión de muy libre expresión artística y gran bienestar. Época para resolver dilemas afectivos y para comenzar nuevas relaciones.  

De Saturno y Júpiter ya hemos hablado.

La Refección cósmica
Los acuarianos enfrentarán un año carente de agua cuando más la necesitan ya que necesitan dejarse fluir. 
A diferencia del ciclo anterior, pasión será lo que sobre, necesitarán enfriarse un poco, no mucho, para no evaporarse y poder fluir hasta su meta.

El agua pura que requieren para diluír y aligerar tanta espesura es el agua de vida. Un agua maternal cristalina y diáfana. La vía del Agua misma (+ MEM om). Ese saturnal conocimiento de lo trascendente que permite fluir en este mundo tan anquilosado.

Su piedra natural es el zafiro pero este año la combinación de las piedras lunares y saturnales será ideal. Como ejemplo podemos mencionar a un par magnífico, piedra de la luna (adularia) con cuarzo cristal. Pero puede ser otro par Luna-Saturno.


La Casa en que se habita y el lugar de trabajo: el claustro natural de este signo, según la arquitectura sagrada (revelada por El Alquimista), es el área de la profesión y el trabajo (área mercurio-saturnal). El castro del año es el lunar: hijos y creatividad (aunque algo de Júpiter tiene).

Munidos de Feng Shui y de la Arquitectura sagrada deberían potenciar el castro del año, el lunar y también el saturnal del saber y el conocimiento. El primero para que no se detengan las multifacéticas potencias creadoras de Acuario (y dejen de dar batalla a lo materno) y el segundo para enfriarlos un poco mientras aprenden de ese saber trascendente.

Los tronos y los ángeles de la guarda los apoyarán en la gesta de este nuevo ciclo.


Gabo Abad. Astrólogo y Futurista.